Los orígenes de la Bodega Tercia de Ulea se remontan al siglo XIII. En 1.242 se produce la conquista de Moratalla. Tras la conquista se produce la creación de la Encomienda de Moratalla por la Orden de Santiago. La orden reservó las tierras de la finca de Ulea, para disfrute de sus comendadores, desarrollando y potenciando los viñedos y la bodega ya existente. Las cuentas de la Encomienda y los protocolos notariales, dejan testimonio de la importante producción y de la calidad de sus vinos desde el siglo XV al XIX.

En esa época, los vinos Moratalla adquirieron gran prestigio. Ya en el S.XVIII, Bernardo Espinalt, oficial del correo general de la corte, en su libro “Atlante Español” recoge, ” Moratalla produce…, de todos frutos necesarios a la vid y al gusto, especialmente vino, de tan bella calidad, que se extrahe para reinos extranjeros”.

Después de la epidemia de filoxera de principios del XlX, se perdieron la mayoría de los viñedos de Moratalla, desapareciendo la casi totalidad de las bodegas de la zona.

Tras la muerte del último comendador, el infante D. Fco. De Paula, suegro de Isabel ll, la Tercia de Ulea junto con su bodega pasaron a la familia Chico de Guzmán que ha seguido durante tres generaciones la actividad bodeguera.

En 2004 por necesidades de crecimiento, la bodega se desplazó de su ubicación tardicional junto a la Ermita de San José, al edificio agrícola contiguo.